Mientras que en la mayoría de las áreas mesoamericanas florecían los
estados y proliferaban las ciudades, en el Occidente se mantuvieron las formas
de organización que los antropólogos clasifican como señoríos. Es indudable que
entre los siglos Iv aC y viI dC la complejidad social y política aumentó
paulatinamente en el Occidente; pero no al grado de hacer nítida en el área una
división entre el Preclásico y el Clásico. De manera concomitante, las
relaciones del Occidente con el resto de Mesoamérica fueron escasas durante el
Clásico.La excepción fue Guerrero, pues a lo largo del río Balsas y sus
afluentes resulta notoria una influencia artística del Centro de México. En la tradición guerrerense son característicos los asentamientos
ribereños con pirámides de hasta 30 m de altura, plazas y juegos de pelotas. Su
ceramica tiene como formas predominantes vasijas de silueta compuest:a vasos,
platos, ollas de cuello corto o sin él y tecomates; son monocromas, de colores
anaranjado, rojo, bayo o negro; tienen acabado lustroso decoración incisa de
motivos geométricos. Sin embargo, la industria más vigorosa de Guerrero es el
tallado de piedras duras, de colores verduscos o grises. Esta industria, que
hunde sus raíces en el Preclásico es conocida genéricamente como Mezcala y
comprende diferentes estilos. Así como en tiempos remotos hubo un estilo de
rasgos olmecas junto a las expresiones locales, durante el Clásico se
manufacturaron piezas con marcada inspiración del arte teotihuacano, además de
las imágenes esquemáticas propias de la región. La mayor parte de las piezas
conocidas proceden de saqueos, por lo cual es poco lo que se sabe de la vida de
sus productores. Entre las pocas localidades guerrerenses en donde se han
encontrado las esculturas Mezcala en contexto arqueológico esta la La Organera
y El Mirador. Una segunda tradición comprende las Culturas del Bajío, herederas
de Chupicuaro y ubicadas en Guanajuato y el norte de Michoacán. Sus asentamientos dejaron como principales vestigios
terrazas, plataformas y edificios con columnas fabricadas de piedra y lodo.
Más al norte se encuentran los sitios de la tradición de las tumbas de
Tiro, distribuidos a lo largo de un territorio en forma de media luna el cual
va desde la mitad meridional de Colima, cruza Jalisco y llega al oriente de
Nayarit.
Se han distinguido hasta ahora tres grandes grupos, correspondientes
respectivamente a los territorios de los actuales estados de Colima, Jalisco y
Nayarit. La cerámica colimota se caracteriza por sus bellas figuras an
tropomorfas, zoomorfas y fitomorfas, realistas, huecas, generalmente
recipientes con vertedera, trabajadas con base en el modelado, pastilaje e
incisión, muy bien pulidas y monocromas, en rojo, café o ne gro. Son famosas
las que tienen forma de seres humanos, perros, loros y calabazas.
En Jalisco, en cambio, predomin las piezas antropomorfas, aunque hay
bules y cajas. En éstas se combina la técnica de modelado con la pintura, roja
sobre en el tipo Ameca y blanca sobre rojo en las llamadas "caras de
cordero".
En un área relativamente pequeña existen numerosos asentamientos, de
diversas dimensiones y funciones, que se distribuyen en torno de centros
provistos de grandes construcciones públicas. Esto último por una parte, viene a
desmentir las afirmaciones de la inexistencia de arquitectura monumental en el
Occidente, y por la otra da a conocer una estructura jerarquizada que parece
corresponder a un orden político más
desarrollado que el atribuido al área durante el periodo.
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